Por Yasmin Olid
“La Bohème” llegó a la Argentina en su versión más libre y transgresora. Creada por Jonathan Larson, quien murió un día antes de su estreno, RENT está basada en la ópera de Giacomo Puccini.
Navidad en Nueva York, 1989.
Un grupo de jóvenes, la mayoría con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se preparan para pasar una triste y fría navidad.
Están a punto de ser desalojados del edificio donde viven, la calefacción no sirve y los fósforos para prender las velas comienzan a acabarse.
Mark, un novato y no realizado cineasta, retrata la vida de todos: Roger, un cantante en búsqueda de una sola canción que lo haga famoso, acaba de perder a ana, su novia que se suicidó cuando supo que ambos tenían SIDA.
Maureen, una artista en búsqueda de lo no convencional, ha dejado a Mark por Joanne, una prestigiosa y joven abogada graduada en Harvard.
Collins, anarquista y profesor de filosofía, es herido tras un robo y Angel, un drag queen que vive tan solo por los demás, lo salva y le enseña lo que es el amor.
Mimí, una joven adicta a la heroína y bailarina cae en las manos de Roger cuando va a pedir un poco de fuego.
Finalmente Benny, quien solía formar parte del grupo, pero que lo abandonó tras casarse con Alison Grey de Westport, una rica y consentida hija de la alta sociedad.
Benny, que solía vivir con Mark y Roger y que también salió con Mimí, ahora es el nuevo dueño del edificio y del baldío de al lado, donde piensa construir un gran ciber-estudio y por el cual Maureen realizará un espectáculo en protesta.
Un año en la vida de estos ocho personajes no es otra cosa que RENT, el musical que a mediados de los noventa trasgredió todas las reglas y superó a su antecesor “Hair”, para convertirse en el nuevo musical por excelencia.
La versión en castellano, hoy traída a escena en el Centro Cultural Konex, tiene sus altibajos, pero más altos que bajos de seguro.
Ángel Hernández, que casualmente hace de Ángel, se lleva todos los suspiros de los espectadores. Con una energía que hace llorar y quemar las palmas de las manos por no lograr aplaudirlo lo suficiente, Hernández se roba el escenario cada vez que aparece. Su compañero en la ficción, Pablo Sultani (Roger) también logra lo suyo. Sultani ya se había destacado en Sweet Charity y vuelve a demostrar su energía imprescindible encima de las tablas porteñas.
La pareja principal, Florencia Otero, como Mimí y Germán Tripel (conocido como Tipra en sus épocas de Mambrú) también tienen una sólida performance. Florencia se destaca y sorprende por sus movimientos, cualquiera que haya seguido su carrera sabe que a su voz no le falta nada. Por su lado a Tripel le hace falta un poco de movimiento actoral, pero se entiende por su falta de experiencia en la comedia musical. Sin embargo, al final de la obra, logra soltarse y emocionarse tanto como sus compañeros.
Laura Conforte, Maureen, irradia energía cada vez que sube al escenario y aún más cuando se la escucha cantar. Déborah Turza, Joanne, tiene una fuerza presencia en el escenario y logra llevar la obra con éxito.
Andrés Bagg, Mark, es el encargado de relatar la historia. Divertido, tierno y conmovedor, su personaje le da color al drama.
Con actuaciones fuera de lo común, el único problema es la mala calidad del sonido. En algunas ocasiones no se logra entender lo que dicen y el hilo de la historia puede llegar a perderse.
A pesar de todo RENT deja un mensaje que vale la pena: “la vida es hoy” y hay que vivirla como tal.
La vie Boeheme, la vida bohemia, te captura y hasta logra sacarte lágrimas.
Mejor no perdérsela.
Ficha técnica:
Producción: Andy Ovsejevich
Puesta en escena: Valeria Ambrosio
Dirección de actores: James Murray
Dirección musical: Gabriel Goldman
Coreografía: Gustavo Carrizo
Actores: Germán Tripel - Andrés Bagg - Pablo Sultani - Martín Repetto - Déborah Turza -
Ángel Hernández - Florencia Otero - Laura Conforte -