El espectador politicamente incorrecto

Por Cynthia Bennardis

Roerto Arlt fue un periodista y escritor argentino que en su tiempo despertó polémicas. No escribía con prosa y léxico culto y bien visto, sino que él le escribía a la gente y como la gente. Utilizaba términos costumbristas y del lunfardo, pero no porque sí, sino porque sus relatos lo ameritaban.
Una muestra de su labor como testigo en la ciudad es el libro Aguafuertes Porteñas. Allí describe lugares, personajes y situaciones cotidianas de su tan querida Buenos Aires. La obra es una recopilación de crónicas realizadas para el diario El Mundo.
Humor, honestidad, ojo crítico en algunos casos y cómplice en otros son los elementos que hacen tan atractivos estos textos.
Este fragmento es de El idioma de los Argentinos, donde le responde al académico Monner Sans, que se había pronunciado en contra de la utilización del idioma en Argentina:

"¿Quiere usted dejarse de macanear? ¡Cómo son ustedes los gramáticos! Cuando yo he llegado al final de su reportaje, es decir, a esa fracesita: "Felizmente se realiza una obra depuradora donde se hallan empeñados altos valores intelectuales argentinos", me he hechado a reír de buenísima gana, porque me acordé que a esos "valores" ni la familia los lee, tan aburridores son. ¿Quiere que le diga otra cosa? Tenemos un escritor aquí que escribe en purísimo castellano y para decir que un señor se comió un sandwich, operación sencilla, agradable y nutritiva, tuvo que emplear todas estas palabras: "y llevó a su boca un emparedado de jamón". No me haga reír, ¿quiere?. Esos valores, a los que usted se refiere, insisto: no los lee ni la familia."