martes, 20 de mayo de 2008

CINEMA PARADISO, a 19 años

Por Nieves Otero

Un homenaje al cine, una muestra de la Italia de post guerra, una historia de amor, otra de amistad y nostalgia; todo se reúne en una sola película: Cinema Paradiso, estrenada en 1989 bajo la dirección de Giuseppe Tornatore y ganadora de del Oscar y del Globo de Oro a la mejor película extranjera entre otros premios.

Cinema Paradiso es un clásico de todos los tiempos. Luego de casi dos décadas de haber sido estrenada no pierde vigencia, quien la ha visto la recuerda a la perfección y la ama.

Con las impecables actuaciones de Philippe Noiret, como Alfredo, y Jaques Perrin y Salvatore Cascio como Salvatore “Toto” adulto y pequeño respectivamente, Tornatore trasporta a los espectadores a la provincia de Giancaldo, Italia donde transcurre la historia.

En aquel escenario, además de contarnos una historia, el director nos da a conocer cómo es la vida en un pequeño pueblo de la Italia de la post guerra, sus personajes, sus carencias y falencias así como sus virtudes y sus formas de entretenimiento.

“Toto” un niño humilde cuyo padre se fue a la guerra y nunca regresó, enlaza una fuerte relación con Alfredo el encargado del “Cinema Paradiso”, la único cine del pueblo. Durante las largas tardes que pasan juntos en la sala de proyección Alfredo no sólo le enseña a “Toto” el amor por el séptimo arte sino que también hace las veces de padre y de amigo brindándole consejos y escuchándolo: “… La vida, Toto, no es como las películas, es más dura, más difícil”.

Los años pasan en la pequeña provincia de Guiancaldo y “Toto” crece, se enamora, estudia y decide marcharse con la intención de triunfar en Roma. En la despedida en la estación de tren, Alfredo ya viejo le dice a Salvatore unas palabras que marcarán sus años futuros en la gran ciudad: “Este pueblo está maldito. ¡Vete! y no vuelvas. Busca algo que te guste y hazlo, ámalo como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso. Desde hoy, ya no quiero oírte hablar; ahora, quiero oír hablar de ti”.

Escenas simples pero memorables: Alfredo pone la mano sobre la cara de “Toto” cuando es pequeño y la quita y aparece “Toto” adolescente; un tejido realizado por la madre de “Toto” deshaciéndose cuando ésta escucha que su hijo ha llagado de vuelta al pueblo luego de más de treinta años, como si el tiempo retrocediera tan fácilmente como se destejen unos hilos.

Tornattore no solamente cuidó minuciosamente cada fragmento del film seleccionando a los actores y las puestas en escena sino que también acompañó cada momento con la excelente y recordada música de Ennio Morricone. La banda de sonido le brinda un toque distintivo al film y apela a los sentimientos más profundos de sus espectadores.

1 comentario:

CrUpTuRa dijo...

me diste ganas de ver la pelicula nieves!!
muy buena nota!! me gusta como esta nuestro blog en cuanto a contenidos, espero que a los que pasen también =)

cyn